En el marco del convenio específico entre la Facultad de Odontología de la Universidad de Concepción y la Facultad de Estomatología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), las alumnas de Magíster de Odontopediatría de esta casa de estudios: Angela Araneda Hinrichs, Margarita Merello Lobos, Lilia Cuevas Aqueveque, Katherine Rudloff Tregear y Claudia Urrutia Álvarez, se trasladaron durante dos semanas hasta Perú, para conocer otro enfoque con el cual se enseña la especialidad de Odontología Pediátrica.
Este programa, explicó el decano Dr. Alex Bustos Leal, “se desarrolla dentro de un modelo de internacionalización que tiene nuestra Facultad con diferentes universidades del mundo”.
En este contexto, explicó Lilia Cuevas, “primero realizamos una pasantía en la Universidad UPCH y luego participamos en un Congreso de Odontología Pediátrica organizado por la Sociedad de Odontopediatría del Perú, en la localidad de Chiclayo, una ciudad del noroeste peruano”.
“Durante nuestra estadía pudimos observar y aprender, sobre diversas técnicas de sedación -consciente y/o en pabellón con anestesia general- técnica que aquí prácticamente no se utiliza”, indicó Margarita Merello.
Además, expresó Angela Araneda, “comprobamos que ellos usaban harta restricción física junto con la sedación, para lo cual utilizan el Papoose Board, una camilla donde se acuesta al niño y se inmoviliza con un chaleco especial”.
Aunque esto se percibe invasivo, señaló Lilia, “en realidad es una técnica que busca proteger la integridad del paciente. Por ejemplo, si colocas anestesia y el niño se llegara a mover, es peligroso y se podría llegar a fracturar la aguja. Acá junto con los padres o colegas, se restringe físicamente al niño, lo que puede ser agotador para la persona que lo sujeta”.
En esa línea, acá en la UdeC, sostuvo Merello “nos enseñan a invertir tiempo al principio, utilizando técnicas de manejo de conducta que sirven para el tratamiento y con el paso del tiempo, vemos como nuestros pacientes aprenden y se comportan correctamente”.
Sin duda son técnicas distintas, aclararon, “pero pudimos comprobar que allá se aplica mucha farmacología y muy poco manejo de conducta, por lo tanto el proceso es más rápido, pero los niños no logran aprender a comportarse en el dentista y eso les puede generar conflictos cuando adultos”.
Un factor destacable, expresó Rudloff, “es que al igual que acá, los docentes tienen un alto nivel académico. Además, cuenta con un buen desarrollo en infraestructura, cada profesional trabaja en un box privado y eso ayuda para que los niños se descompensen menos”.
Al respecto, el director del Programa de Magíster en Odontología Pediátrica UdeC, Dr. Fernando Escobar, señaló que “la experiencia de intercambio corresponde al Programa de Magíster y ha sido contemplado desde el inicio de este, lo que es muy positivo para nuestros estudiantes”.