Contentos están los 68 alumnos egresados promoción 2014 de la Facultad de Odontología de la Universidad de Concepción, puesto que este año fueron distinguidos con una Cena de Honor en el Club Concepción, por cumplir exitosamente sus objetivos académicos.
En la oportunidad, el Vicedecano Dr. Mario Aguirre Sanhueza, les dio la bienvenida mediante un discurso cargado de emoción, donde entre otros temas destacó que “ser un profesional que egresa de una universidad que selecciona a los suyos por sus capacidades intelectuales, prescindiendo de la capacidad económica de los padres o de los contactos sociales, supone una marca de clase que compromete a participar de la evolución de la sociedad. No hacerlo es un desperdicio de talento y quizás una irresponsabilidad al dejar que otros, con menos habilidades rijan los destinos de la profesión, de la ciudad, de la administración de salud, de la educación o del país”.
En este contexto, expresó “los invito a que, como miembros de la elite intelectual, ejerzan con sentido de responsabilidad social. De esa forma, allí donde personalmente decidan estar, será un mejor lugar para todos”.
Por su parte, explicó la egresada Karina Díaz Córdova, “esta cena de despedida, fue un gesto muy lindo y lo agradecemos bastante. Nosotros fuimos la generación que ingreso en el año del terremoto, por lo tanto concluir nuestros años académicos de esta manera nos pone muy contentos”.
Esta es la primera vez que la Facultad realiza una Cena de Honor para su generación de egresados, años anteriores se efectuaba una recepción en la propia Facultad y la razón indicó el Dr. Aguirre, es que “esta es la primera promoción de la carrera que está Licenciada y Titulada antes de la Ceremonia de Premiación. Esta vez, la habilitación profesional había sido cumplida. Además nuestro espíritu siempre ha sido premiarlos a todos, porque todos cumplen el objetivo académico y por lo tanto, esperábamos que se sintieran homenajeados”.
Del mismo modo, la egresada Francisca Pinto Gómez, agradeció el gesto y manifestó que para ella este es el proceso más importante. “Es un cambio radical, porque se pasa de ser un estudiante a ser profesional. Además aunque soy de Chiloé, uno le toma cariño a la mini cuidad que se forma dentro de la universidad y que por más de 5 años me recibió con cariño y me entregó un ambiente familiar. Por eso, ahora que nos vamos otra vez, terminar con una cena como ésta, es muy significativo y emotivo para nosotros”.